Dale una Vida a Tus Viejos Muebles de Melamina con Pintura

Dale una Vida a Tus Viejos Muebles de Melamina con Pintura

Si tiene muebles o superficies de melamina viejas, es posible que se haya preguntado si podrías pintarlos para dar un toque de frescura y modernidad. Nada mejor que una buena mano de pintura para que una cocina ya desgastada parezca nueva. Mientras que una remodelación completa puede estar fuera de su presupuesto, una pintura es una opción económica que puede hacer maravillas.

En este artículo, le explicaremos la diferencia entre melamina y laminado, y le daremos algunos consejos sobre cómo pintar correctamente la melamina con éxito. Siguiendo estos pasos, podrá rejuvenecer su mobiliario sin tener que comprar una nueva cocina o muebles.

¿Qué pintura elegir?

El esmalte satinado es la mejor opción para pintar melamina. Este tipo de pintura para muebles tienen un acabado ligeramente satinado con un brillo suave. Esta pintura es resistente al agua y a la suciedad, lo que la hace ideal para usar en muebles de melamina.

Esta clase de pinturas también es de secado rápido y proporcionan un acabado duradero y profesional. Algunos esmaltes requieren de una imprimación previa, si lo que quieres es ahorrarte trabajo elige marcas como Tollens que disponen en su catálogo de pintura para aplicar directamente.

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Cómo pintar sobre melamina

Antes de comenzar a pintar una superficie de melamina, es necesario asegurarse de retirar las puertas, cajones y herrajes de los armarios. Para obtener un acabado uniforme y profesional, es fundamental que la capa de pintura cubra toda la superficie.

Si no retira los herrajes, será muy difícil llegar a todas las zonas sin pintar los herrajes sin querer.

Si va a pintar sus armarios de melamina, retire las puertas y llévelas a una zona para pintarlas solas. Con el desmontaje de las puertas y los cajones, se asegurará de que no haya zonas en las que la pintura pueda quedar atrapada, como en las grietas de las propias puertas. También ayuda a evitar goteos y manchas donde la pintura podría acumularse y no secarse correctamente.

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Limpieza a fondo

Los armarios y las encimeras son las zonas de la cocina que más se tocan. Dado que estas superficies están tan cerca de los fogones y otros electrodomésticos de cocina, puede haber manchas en las que se haya acumulado grasa con el tiempo.

Antes de empezar a pintar, limpie las superficies con un desengrasante de alta calidad o mejor con un preparador de superficies ya diseñados para es tipo de trabajos de bricolaje. Si no eliminas la grasa, la pintura no se adherirá correctamente.

Lijar con una lija de grano fino

Después de limpiar completamente la zona, líjala con una lija de grano fino. El grano del papel de lija es más fino cuanto más alto es el grado, por lo que un número de grado adecuado está entre 80 y 120. Si es más áspero, puede que la pintura se corra. Si la lija es más gruesa, se corre el riesgo de rajar la superficie, lo que sería muy difícil de tapar.

Si su superficie de melamina tiene vetas, asegúrese de lijar a lo largo de las vetas con pasadas largas y suaves. También no debes lijar en sentido contrario a la veta, podría abrirse y sería necesario volver a lijar correctamente. La melamina no es muy difícil de lijar, pero debe hacerse de la manera adecuada.

Acabado con pintura satinada para muebles

La mejor pintura para el acabado final de su melamina es una pintura satinada o semibrillante especial para madera con antimoho. Si va a pintar una superficie muy sensible al tacto, como una encimera, la pintura brillante puede tener una textura pegajosa y puede atraer más la suciedad y la grasa, incluso después de secarse.

Cuando pintes la zona, hazlo en el mismo sentido de la veta y emplea la pintura con moderación. A veces es necesario dar más capas, y es mejor aplicar poca cantidad que demasiada. Aplicar una mano demasiado gruesa puede dejar zonas pegajosas y una capa irregular.

¿Cuál es la diferencia entre la melamina y otros laminados?

La diferencia principal entre la melamina y los laminados está en cómo se fabrican. La melamina es una lámina de papel impregnada con una resina que se presiona a una tabla a una presión muy baja. Los laminados son múltiples capas de papel impregnado con una resina de melamina y presionadas a una tabla con una presión mucho mayor que la melamina.

La melamina es menos cara y tiene una consistencia más fina. Suele utilizarse en el interior de los armarios, pero también puede usarse en el exterior.

Sin embargo, aunque tengan un grosor diferente, la melamina y el laminado requieren muchos de los mismos pasos para aplicar una capa de pintura. Lo importante es hacer el trabajo a conciencia y correctamente.